Vélez igualó este martes 1-1 en Liniers frente a Atlético Nacional y, después del 1-0 que había atesorado en Colombia, se metió en los cuartos de final de la Copa Libertadores. El partido al conjunto argentino se le complicó más que lo que merecía y terminó pidiendo la hora y a un gol de quedarse afuera.
El Fortín tuvo un arranque flojo, en el que no lograba quebrar el circuito de juego que creaban en los tres cuartos de cancha Alvaro Hurtado y Dorlan Pabón. Pero con el correr de los minutos el conjunto local se fue afinando y bajando las revoluciones y logró recuperar la pelota más adelante, para empezar a abastecer a Juan Manuel Martínez y Lucas Pratto.
En el momento desfavorable para los de Ricardo Gareca, Cristian Tula cabeceó cerca y Hurtado exigió a Marcelo Barovero. Y, recién en el último tramo del período, Pratto tuvo tres: en una se topó con Gastón Pezzuti, en otra cabeceó por arriba y finalmente le cobraron un offside inexistente que lo dejaba mano a mano con el arquero y en el que definía mal pero a la red.
El comienzo del segundo tiempo fue, sin dudas, el mejor momento de los anfitriones. Adelantados y decididos, perdieron dos chances en Sebastián Domínguez, quien ejecutó apenas arriba un tiro libre y cabeceó con justeza pero se topó con la reacción de Pezzuti.
Hasta que, a los siete minutos, el Burrito Martínez avanzó por la izquierda, habilitó a Alejandro Cabral y éste disparó cruzado y su tiro dio en el poste, pero Augusto Fernández capturó el rebote y sacó un disparo a la red que apenas logró desviar el arquero.
Sin embargo, después del tanto el local se tranquilizó y, pese a dominar el desarrollo, olvidó que restaba aún demasiado tiempo para el final. Y así, a los 23 minutos, Luis Mosquera sacó un disparo de otro partido en una pelota parada al ángulo izquierdo de Barovero y los de Norberto Peluffo revivieron. Faltaban 25 minutos.
El marco se caldeó y la visita empezó a merodear los tres cuartos de cancha, ante un Vélez que quería cerrarlo de contra pero que sufrió la sensible baja de Pratto, con un muy probable desgarro.
Con tensión creciente, sin embargo, el tiempo pasó sin aproximaciones serias de los colombianos, que abusaban del pelotazo ante no lograr incursionar en profundidad. Al final, quedó la postal del sufrimiento local más que la de la reacción visitante.
En cuartos de final, ahora, el Fortín espera por el vencedor de la serie entre Bolívar y Santos, que arrancó como favorito pero deberá revertir el jueves un 2-1 en contra.
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