
Apple adoptó una medida que varios de sus inversores deseaban desde hace tiempo al garantizar a sus accionistas mayor participación en el nombramiento de los integrantes del directorio.
El presidente ejecutivo Tim Cook reiteró además que piensa "muy detenidamente" el pedido de los inversores de que la mayor compañía de tecnología del mundo reparta entre los accionistas parte de los u$s98.000 millones que posee en efectivo y en valores a través de un dividendo.
El jueves, Apple accedió finalmente a las demandas del fondo de pensiones Calpers y de otros grandes inversores para exigir que los directores que no susciten oposición deban asegurarse una mayoría de los votos antes de ser elegidos para el directorio.
En la reunión anual de accionistas en Cupertino, los ejecutivos dijeron que los directores que no consigan asegurar una mayoría de los votos renunciarán voluntariamente a sus cargos.
La reunión se produce pocos días después de que las acciones de Apple tocaran un máximo histórico a u$s526,29, cimentando su posición como la compañía norteamericana más valiosa, con más de u$s450.000 millones en capitalización de mercado.
Algunos analistas opinan que la acción podría tocar nuevos máximos el mes próximo, cuando se espera que la compañía lance una nueva versión del iPad.
No a los dividendos
La noticia es un cambio radical en la conducción de Apple, acostumbrada por mandato de Steve Jobs a no escuchar a terceros sobre el camino que se debe tomar.
Eso fue lo que sucedió entre 1997 y 1998, cuando la compañía casi se queda sin efectivo y genera cierta paranoia en Jobs. En esa época, el ahora fallecido líder era inquebrantable en cuanto a su decisión de repartir ganancias.
Los casi u$s100 mil millones que guarda Apple en sus arcas haría cambiar de parecer a Cook, quien es consciente de que una situación de insolvencia es imposible mientras la empresa siga creciendo como hasta ahora.
Saludos Ractor
